El diseño del metro busca, además de un equilibrio entre la obtención de la máxima capacidad de transporte y la confortabilidad de los usuarios, un ahorro energético que es posible mediante la habilitación de amplias áreas de viajeros y la optimización de capacidad de pasajeros por unidad.
Las unidades de metro Inneo incorporan además sistemas para obtener el máximo rendimiento de la energía consumida durante la marcha, tanto en aceleración como en frenado e incluso en relación con la señalización y los enclavamientos. La utilización de equipos de tracción de alta eficiencia permite minimizar las pérdidas de energía y optimizar el consumo.
La reducción de la masa y el peso también contribuyen a optimizar la demanda energética. Estos parámetros se aplican tanto en la estructura de la caja de los coches como a la totalidad de los equipos y elementos complementarios.